jueves, 12 de enero de 2023

Los niños que juegan a videojuegos son MÁS inteligentes que sus compañeros, según un estudio

 Pero los investigadores han descubierto que los juegos friv gratis puede ser beneficioso para el desarrollo cerebral de los niños.


Se escaneó el cerebro de unos niños mientras realizaban una serie de pruebas que evaluaban su tiempo de reacción, la resolución de problemas y la memoria.


Los niños no sólo obtuvieron mejores puntuaciones, sino que también tenían más actividad en las regiones del cerebro responsables de cada función.  


La Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), que financió el estudio, declaró: "Numerosos estudios han relacionado los videojuegos con problemas de conducta y salud mental. 


Este estudio sugiere que también puede haber beneficios cognitivos asociados a este popular pasatiempo, que merecen ser investigados más a fondo".


Se calcula que más de seis de cada diez niños de EE.UU. y el Reino Unido juegan a videojuegos.


En el estudio -publicado hoy en la revista JAMA Network Open-, científicos de la Universidad de Vermont analizaron los datos de 2.078 niños estadounidenses.


Se preguntó a los niños cuánto tiempo pasaban jugando a videojuegos cada día, y luego se les dividió en dos grupos.


En total, 1.278 dijeron que nunca jugaban a videojuegos, mientras que 800 declararon utilizarlos al menos tres horas al día.


A modo de comparación, la Asociación Americana de Pediatría (AAP) afirma que los niños no deberían jugar más de dos horas al día.


A todos los niños se les realizó una resonancia magnética funcional para medir su actividad cerebral.


En el escáner, los participantes se tumbaron boca arriba en un imán tubular largo con unas gafas digitales similares a un casco de realidad virtual.


Realizaron dos pruebas que se les mostraron con las gafas.


En la primera, conocida como tarea de señal de parada, los participantes observaron si había flechas que apuntaban a la izquierda o a la derecha y pulsaron el botón correspondiente cuando las vieron.


También se les pidió que no pulsaran nada cuando vieran una flecha que apuntaba hacia arriba.


En la segunda, conocida como prueba "n-back", se pedía a los niños que memorizaran la imagen de un edificio y pulsaran un botón cuando vieran que coincidía con ella en una serie de tarjetas que se les mostraban.


En la prueba de la flecha, los tiempos de respuesta fueron significativamente más rápidos entre los jugadores que entre los no jugadores.


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